Como la humanidad, la riqueza de la arcilla radica en su diversidad, a menudo mezclándose con minerales y materia orgánica para formar composiciones únicas. Estas interacciones determinan la identidad de cada cuerpo de arcilla, reflejando cómo nuestras vidas son moldeadas por experiencias compartidas. Para este proyecto, seleccioné diferentes materiales recolectados de varias regiones de Colombia: arcillas, arenas, rocas, chamote y cenizas de lugares que son cercanos a mis afectos, ya sea porque he tenido experiencias de vida allí o porque durante mi investigación he encontrado conocimientos, materiales y comunidades importantes que los habitan. En el proceso decidí mezclar y combinar estos materiales, creando nuevos cuerpos de arcilla que evidencian las interacciones y los intercambios encontrados en la naturaleza.